Los bloggers de MINUBE visitan Tarragona.

De un tiempo a esta parte, las redes sociales están formando cada vez más parte de nuestra vida, y al igual que toda tecnología y avance, no se existe si no se está ahí. Antes las verdades, para considerarlas, debían estar publicadas y encuadernadas. Con el tiempo, las debían explicar en la radio o en la televisión para que las gentes las tuvieran en cuenta y la expresión “lo han dicho en la tele/lo he oído por la radio” era suficiente argumento para zanjar una discusión.

El Homo sapiens pasó a ser Homo legens, y de ahí estamos ya en la siguiente fase, la del Homo videns, de lector a espectador. Y uno, gracias a las pantallas de nuestros teléfonos, los cuales ya tienen aplicaciones que Bell y Edison, y me atrevería a decir que ni Julio Verne, se llegaron nunca a imaginar, podemos estar conectados con todas las partes del mundo y saber al minuto desde las Antillas Holandesas lo que está ocurriendo en Vladivostok, y desde Tarragona estamos al día de la guerra en Siria o del Jubileo de Diamante de la Reina de Inglaterra.

Las nuevas tecnologías se han aplicado enseguida a los viajes. Nos sirven para reservar vuelos, saber qué tiempo va a hacer en destino o leer los comentarios de los que nos han precedido en aquél destino para decantarnos por él o no. El blogger, nuevo anglicismo ya común en nuestra lengua, es una profesión mejorada del antiguo periodista de viajes, el cual ahora también es especialista en informática al glosar en sus páginas lo que en 140 caracteres instantáneos no le da tiempo a cubrir.

Tarragona en este mes de mayo y lo que llevamos de junio ha acogido distintos grupos de bloggers y especialistas en las nuevas tecnologías que han intentado, con sus cámaras y sus escritos, captar la esencia de la ciudad y ayudar a hacerla más atractiva para los viajeros interesados en nuestro pasado, nuestro presente, nuestra gastronomía y todo aquello que hacen que Tarragona sea escogida como lugar de descanso. Los últimos, el 12 de junio, los representantes de Minube: Ignacio Izquierdo, Guillermo Mendo y Zahira Aragón.

Visita Tarragona en 4×4

Cuando uno sale de viaje, cada cual busca lo que más le interesa. Los hay que prefieren ruinas, catedrales e historia, otros optarán por tranquilidad y silencio para desconectar del mundanal ruido, alguno querrá empaparse de los productos de la tierra catando manjares y caldos, y puede incluso que los haya que para relajarse necesitará escalar una pared escarpada.

En cualquier caso, lo que es seguro que la gente busca, y cada vez más, es hacer algo relativamente original y, sobretodo, que les despierte nuevas sensaciones que hagan de esa escapada, o de las deseadas vacaciones, algo irrepetible y que sea distinto a lo que han hecho hasta la fecha.

En Tarragona, una buena opción es escoger alguno de los recorridos en coches todo terreno que ofrece el Club Tortuga, especializados en recorrer el territorio por caminos y senderos con sus vehículos y sus conductores que conocen cada palmo del terreno, y permitiendo de este modo el acceso a espacios desde una ruta poco habitual que permita una aproximación a la belleza del paisaje.

 

Caminos tortuosos llenos de baches que te hace saltar dentro del 4×4 como si estuvieras dentro de una coctelera, cuestas empinadas que jamás dirías que pueden salvarse yendo sobre ruedas o cruzar un río de poca profundidad salpicándolo todo son cosas que hacen que esa ruta marque la diferencia con lo que se haya podido hacer antes.

¿Quién no sabe de la existencia del mausoleo de Centcelles, del siglo IV, con su famosa cúpula de mosaicos? Pero, en cambio, ¿cuántos han accedido allí atravesando las colinas y cruzando a la brava el Francolí? O explorado los recovecos del Pont del Diable, que es más que un acueducto romano, es un antiguo jardín privado comido ya por la naturaleza y donde gracias al Club Tortuga, y tras caminar por senderos estrechos, se puede admirar una cantera de más de 1.900 años, con un túnel excavado a pico y pala en la roca para abrir un pozo de agua para los que allí trabajaban, pasando al salir por el memorial a los muertos en el asedio de Tarragona de 1811 en el antiguo cementerio francés.

Aunque sin duda uno de los atractivos de la excursión, una de tantas que ofrecen por la provincia, es el ascenso en el todoterreno hasta la altura de Sant Sulpici, a 111 metros sobre el nivel del mar, desde la cual uno puede ver Tarragona, con el campanario de la catedral coronando la ciudad, además del campo circundante, el mar, y el castillo de Altafulla.

Si se quiere algo distinto, indudablemente los tours en 4×4 del Club Tortuga son la solución.

Blogtrip Ciudades AVE

Hoy en día la inmediatez forma parte de la realidad, sobre todo cuando se trata de recibir o dar información. Ya casi nadie se acuerda de leer artículos de viaje en los que el periodista explica sus experiencias cuando ha regresado y está sentado en su escritorio. Ahora casi se prefiere notar que el relato está narrado al momento, mientras sucede, pues le da más autenticidad.

El sábado 2 y domingo 3 de junio, Tarragona ha tenido la oportunidad de dar la bienvenida y ofrecer lo mejor de sí misma a grandes profesionales expertos en saber apreciar  nuestro rico patrimonio, tanto cultural como gastronómico, un grupo de bloggers expertos en viajes y en saber plasmar en poco espacio las sensaciones que les despertaban lo que estaban viendo y que en pocos caracteres dejaban, como relámpagos que iluminan una noche cerrada, una opinión, una imagen o un comentario que casi te impulsaban a ir a ver lo que ellos estaban visitando.

Organizado por Ciudades AVE (que les ha ofrecido un recorrido por Segovia, Zaragoza, Lleida y Tarragona), y con la colaboración del Patronato Municipal de Turismo de Tarragona, ARGOS SERVEIS CULTURALS ha tenido el privilegio y la fortuna de poder no sólo mostrar la ciudad sino conocer personalmente a unos grandes personajes que casi ya puede llamar amigos: Fidel Martín (@fidelmartin), Manuel Bustabad (@manuelbustabad), Clara Soler (clara_soler), Javier Sanz (@jsanz), Fátima Martínez (@fmlopez48), Marta Carnero (@pasean2) y Pablo Garrido (@turismo_online).

Con ellos hemos podido recorrer no sólo la Parte Alta, que quedó inmortalizada en sus retinas y en sus cámaras con la admiración reflejada en sus rostros, sino que también hubo tiempo para degustar los vinos de la XIV Feria del Vino DO Tarragona en la Rambla, relajarse un rato en el II Festival Minipop, contemplar nuestras playas en un tour en Segway donde la única incidencia fue una aparatosa, y muy profesionalmente llevada, caída del guía al intentar equilibrar a uno de los bloggers que perdió el control de la máquina, así como poder degustar algunas exquisiteces de los restaurantes y bares de Tarragona, desde una cena en el 20 a la Rambla, a un vermut típico en el Tòful, pasando por el menú degustación de Peix Blau en el Balandra, en el Serrallo, aparte de que algunos quisieron saborear la noche de sábado tarraconense.


Hacía tiempo que no se trabajaba con unos profesionales tan amantes de su profesión capaces de estar atentos a las explicaciones sin por ello despegar los ojos de las pantallas de sus smartphones, informando a tiempo real a la vez que, incluso, ironizaban sobre el hecho de que llegó un momento en que se comunicaban por el Twitter teniéndose enfrente.

Tarragona ahora es un poco más conocida gracias a estos profesionales del alambique periodístico, destiladores de esencias en pocas palabras que significan mucho y que te impulsa a seguirlos para no perderte ninguna de sus andanzas y saborear, aunque sea desde casa, los destinos a los que van. A todos ellos, por la compañía, el saber hacer y por la camaradería, muchísimas gracias: en Tarragona saben que siempre tendrán su casa.