Estamos en una época de transición: hemos pasado del Homo sapiens al Homo videns a una velocidad que apenas si nos ha dado tiempo a asimilar el cambio, pues ahora ya si no lo vemos, no nos lo creemos. Y en este sentido, la recreación histórica es absolutamente necesaria para que el gran público visualice épocas pasadas, ya que el bombardeo constante de películas llamadas “históricas” desde casi el nacimiento del cine (la italiana “Cabiria” de 1914 sería la precursora) ha hecho que nos imaginemos los tiempos que nos han precedido de acuerdo a la estética con la que se nos presentan las películas. Y en este sentido, Hollywood ha sabido crear escuela.
La época de films “de romanos”, el famoso peplum, nos ha marcado un antes y un después a la hora de visualizar la realidad de la antigua Roma, y prácticamente nadie hoy es capaz de imaginarse a Cleopatra sin visualizar una exuberante Elizabeth Taylor, y cuando nombramos a Nerón le ponemos los rasgos de Peter Ustinov en “Quo vadis?”
Lo mismo nos ocurre con la música de esa época. Tenemos tendencia a creer que los romanos entretenían sus oídos con tambores, liras y flautas y poco más, y que no habría ningún momento de entretenimiento que se preciara (desde desfiles triunfales a leones devorando a cristianos) en que no hubiera una buena fanfarria de trompetas y timbales.
De ahí la importancia de los grupos de recreación histórica, que nos acercan a la realidad de hace dos mil años. Y en Tarragona tenemos un festival dedicado a la época imperial, Tarraco Viva, que cada mayo nos devuelve a los esplendores de la antigua Roma. Uno de los grupos de recreación, Thaleia, ha dado un paso adelante y nos ha permitido ya no sólo “ver” sino también, desde el pasado viernes 27 de enero, “oír” la música que escuchaban los tarraconenses dos milenios atrás.
Con la presentación del CD de música Carmina canere (“Poemas cantados”), Thaleia se convierte en el primer grupo de recreación español que nos ofrece la banda sonora de los romanos gracias a un exhaustivo trabajo de documentación histórica, de reconstrucción musical y de horas de ensayos del equipo de música (Xavi Martín, Denise Chechanik, Samuele Arba, Miquel y Pau Sanchís…) que ha permitido que revivan en nuestros oídos de nuevo las notas que creíamos olvidadas y enterradas por cincuenta años de tópicos hollywoodienses.
Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena a Merche Tubilla y todo su grupo.